Los Arizona Cardinals parecían un pájaro perdido el Jueves por la Noche con Drew Stanton como quarterback.
Los ‘Cards’ despejaron en sus primeras seis posesiones con sólo una que duró más de cinco jugadas. En las ocho primeras series, Arizona despejó siete veces y tuvo una anotación después que su defensa interceptó un pase que los dejó en la yarda 21 del rival.
En búsqueda de estabilizar el juego, Arizona se volteó hacia David Johnson. El corredor de segundo año lideró el juego para la victoria de 33-21 sobre los San Francisco 49ers. Johnson acarreó el balón 27 veces para 157 yardas y dos touchdowns, además de tres recepciones para 28 yardas. Totalizó 185 yardas; el resto de la ofensiva de Arizona hizo 111 yardas adicionales.
«Básicamente me siento imparable», dijo Johnson al sitio ESPN.com. «Especialmente con los chicos bloqueando, las alas cerradas, los receptores, y obviamente, la línea ofensiva. Ellos me han ayudado a ponerme en marcha para obtener las yardas que necesitábamos».
El plan no era que Johnson llevara toda la carga, pero el corredor no podía ser derribado, así que Bruce Arians aprovechó la oportunidad.
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— Máximo Avance NFL (@NFL_MA) October 7, 2016
«Eso es lo que esperábamos de él todo el tiempo”, dijo Arians. «Él no tiene que hacerlo todo, sólo tomar lo que hay”.
Johnson tomó eso y algo más. El producto de Northern Iowa puso su sello en Jueves por la Noche. Con 6-1 pies de altura (1.86 mt) y 224 libras de peso (101 kg), Johnson tiene el tamaño para correr sobre linebackers pequeños y safeties, la velocidad para evadir a los backs defensivos, es elusivo y con buenas manos para los pases. Su habilidad de entrar por pequeños espacios es anormal para un hombre de su tamaño.
Los Cardinals (2-3) necesitan a Carson Palmer para regresar y despertar el juego aéreo. Mientras tanto, el peso seguirá en Johnson.