SANTO DOMINGO – – El jugador de los Twins de Minnesota, el dominicano Miguel Ángel Sanó, cayó en un estado depresivo tal que pensó dejar el béisbol y hasta suicidarse por la muerte de una hija en 2014, reveló el pelotero al periódico USA Today.
A sus 20 años sufrió la muerte de su hija, Angélica, quien nació el 28 de noviembre de 2014, pero falleció en el país cuando tenía una semana de vida tras padecer de un problema congénito del corazón.
Todavía el jugador siente dolorosamente esa pérdida, la cual dijo no ha sido superada, que lo llevó a pensar dejar el béisbol y en el suicidio, hasta que sus familiares y un hombre que conocía en San Pedro de Macorís intervino.
«Yo estaba perdido en el mundo, y tenía esa tentación de dañarme a mí mismo», le dijo Sanó a Jorge L. Ortiz del USA Today. «El se sentó conmigo y me dijo ‘cálmate, me dio un consejo positivo’”, agregó.
Ese entonces, se encontraba rehabilitándose de una cirugía en su codo derecho en los Estados Unidos y viajó a la República Dominicana para estar con su familia – incluyendo su miembro más reciente.
Cuando regresó a Fort Myers para continuar su rehabilitación, su madre lo llamó para informarle de que su hija Angélica había fallecido. En ese mes de diciembre, se hizo un tatuaje en su antebrazo derecho que dice «R.I.P. Angélica”.
Sanó dijo que fue capaz de ver a su hija, pero debido a las complicaciones de salud de la bebé, su esposa Daniela, nunca la vio.
Ahora, a más de dos años de distancia de su tragedia familiar y de su cirugía , el jugador de 23 años está preparado para su primera temporada completa en la tercera base.