Siete horas de desfile y una noche de histeria colectiva en celebración triunfo de Las Águilas

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, República Dominicana.- Los adeptos de las Águilas contaron cada uno de los días, desde la madrugada del 01 de febrero, del 2018, cuando el equipo logró el campeonato número 21,  hasta este sábado, cuando por fin llegó el esperado desfile para la celebración.

El evento congregó una multitud jamás vista, en Santiago en festejos de este tipo, según afirmaciones de los participantes. Los aguiluchos llegaron pasadas las 12:00 del mediodía a la parte frontal del Estadio Cibao, para una cita pautada para las 3:00 de la tarde. Y la razón de adelantarse, era buscar un lugar cerca de la carroza del equipo, donde subirían los jugadores.

Y es que todos los fanáticos, sobre todo fanáticas, querían ver, saludar, tocar y como es de moda procurar una foto-selfie con los atletas más populares del equipo amarillo, Ronny Rodríguez, Juan Carlos Pérez, Danny Santana, el veterano Ángel Castro y otros.

Pero uno de los pocos que alcanzó este privilegio, fue el popular personaje conocido como Fracatira, quien compartió espacio con Manny Acta, gerente de las Águilas, en la carroza  de carnaval,  patrocinada por la marca cervecera Presidente.

Había amenaza de lluvia, pero esto no mermó el entusiasmo desbordante de los seguidores de las Águilas, equipo que además de la corona numero 21, ganada en un juego decisivo a los Tigres del Licey, en el Estadio Quisqueya, en la capital dominicana,  celebraban también  su participación en la Serie del Caribe, en México, donde fueron los subcampeones, tras perder la final contra los Criollos de Cagua, de Puerto Rico.

Eran cerca de las 4:00 de la tarde, cuando la carroza, empezó a moverse de las áreas de estacionamientos del Estadio Cibao. La multitud le siguió. Personas de todas las edades,  los del barrio, las urbanizaciones, residenciales, todos detrás de sus ídolos, con banderas, gorras camisetas amarillas, trepados en camiones, todo terreno (yipeta), carros, motocicletas, bicicletas, patines y a pie.

Esta vez la música alta no molestó a los conservadores, quienes lejos de rechazar las letras vulgares de algunos reguetones, las celebraban, se movían, entre tragos de cervezas y ron, los menos, tomaban agua para soportar el recorrido que se extendió hasta cerca de las 10 de la noche, cuando  la carroza del equipo de Las Águilas llegó al Monumento  a los Héroes de  la Restauración, para los reconocimientos y la celebración final.

 

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