Hanley habla de lo pasado y su nueva etapa en Cleveland

SANTO DOMINGO – Descanso y la preparación de su cuerpo en su tiempo fuera del juego, confianza en que podría retornar a las Mayores por par de años más, sin rencores y sabedor de que tiene que dar palos. Es lo que ha recorrido y lo que espera demostrar Hanley Remírez en su retorno con los Indios de Cleveland, luego de pasar por el despido de los Medias Rojas de Boston en medio de la temporada 2018.

Veteran goes 0-for-3 in his first Cactus League action

De estos temas habló el nativo de Samaná, 35 años, con los campos de entrenamientos primaveral con vista a la estación 2019.

“Nunca he dejado de afinar, fortaleciendo el cuerpo y no hay mejor remedio que el descanso y tuve esa oportunidad”, le dijo a la periodista Marly Rivera para el programa radial “Grandes en los Deportes” al cuestionarle acerca de cómo se había preparado para la misión de ser un bateador de poder en medio de la alineación, como espera él su dirigente de La Tribu, Terry Francona.

Adujo que decidió no firmar con otra organización, cuando fue dejado libre por Boston, para descansar su cuerpo, ya que venía de una operación en un brazo, comenzó a trabajar muy pronto y con su abogado inclinaron por el descanso.

Aseguró que tras el despido nunca pensó en el retiro, porque al llegar a la casa, vio triste a su hijo intermedio y le dijo que no se preocupara, que Dios mediante, iba a volver a las Mayores. Aseguró que por eso jugó en la pelota invernal con los Tigres del Licey, “porque sé que todavía me quedan par de años más”.

El por qué se decidió por los Indios de Cleveland, el bateador derecho dijo creer que con este puede ganar otro anilló de Serie Mundial (lo tocó el de Boston del año pasado), tienen buenos jugadores, juegan alegres a la pelota, son buenos y jóvenes “y el grupo está firmado por par de años más”.

Al comentario de la entrevistadora, de que lo ve como una persona diferente, “más relax”, Hanley aseguró que, “uno aprende de las cosas que pasan, va aprendiendo a través del camino y madurando, porque para eso son las edades, mientras más viejo te vas poniendo, más aprendes”. Dijo dar gracias a Dios por eso y se definió como “una gente que no le da mucha mente a las cosas”.

“Pa’ que sepan, pa’que sepan, yo no sé por qué. Esas son cosas que pasan y todo pasa por algo”, exclamó Ramírez ante la afirmación de la periodista, de que piensa que los fanáticos dominicanos y la prensa se preocuparon más que el mismo jugador, cuando los Medias Rojas le dieron la baja.

Rechazó que haya sentido “un poquito” de dolor, el ver ganar a Boston y la celebración, después de lo que él pasó. “No, no, no. Yo sabía que mis compañeros íbamos o iban a ganar una serie mundial con el equipo”.

Reafirmó que se alegró por ese campeonato, porque fueron sus compañeros y no tuvieron nada que ver nada con lo que le pasó. “Son cosas que van a pasar o no, son cosas del destino que no puedo controlar”.

Indicó que lo que él pudo controlar fue el irse a su casa, pasarlo con su familia, seguir trabajando y prepararse. “Eso fue lo que hice”, remató ese tema.

Con vista a la temporada por empezar, rechazó que venga ‘con una espinita clavada’ a tratar de demostrar que le queda mucho para estar en Grandes Ligas, sino con la actitud de siempre, pues no tiene nada qué demostrar.

“Yo no tengo que demostrar nada, lo que tengo es que seguir dando palos; no soy un muchacho de estar demostrando, soy ya un veterano en esto, con 14 años ya en Grandes Ligas, si no demostré cuando muchacho, ¿lo voy a demostrar ahora con 35 años?”, espetó.

Adujo que en esta nueva etapa debe mostrar compañerismo, llevarse bien con todo el mundo, ayudar a los muchachos jóvenes y resolver cuando le den la oportunidad.

Estuvo conteste con la entrevistadora, en que “Gracias a Dios” ahora tiene la oportunidad con Cleveland y que hay mucha gente talentosa sin trabajo en las Mayores. Y remató: “Esto no es suerte, es bendiciones, arrodillarse y tener fe en Dios”.