Leody Taveras: “Vine a esta liga a ayudar a mi equipo a ganar”

De la mano de su primo, Leody Taveras se enamoró del béisbol. Su flechazo, fue inmediato a los cinco años, en el campo de juego de Tenares. Hoy, transita por el béisbol invernal dominicano con los bonos altos tras ser el segundo mejor prospecto de la organización de los Vigilantes de Texas.

Para él,  las etiquetas de ‘prospecto’ o alto bono no significan nada. Sus habilidades como un defensor por encima del promedio o sus cualidades a la ofensiva, son los aspectos que el jardinero, de 20 años, quiere dejar impregnado en su primera campaña en esta justa invernal.

“No le doy mente a eso. No me he hecho ningún cargo encima. Me doy de cuenta que soy otro cualquiera que trabaja duro para recibir grandes resultados. Vine a esta liga a ayudar a mi equipo a ganar, dar el cien por ciento y aprender de los más veteranos”, expresó Leody Taveras a Lidom.

Taveras, quien fue seleccionado en la primera ronda por Águilas Cibaeñas en el Sorteo de Novatos de 2017, cumplió uno de sus sueños esta campaña tras uniformarse con el conjunto cibaeño como lo hizo su primo Willy Taveras, en la temporada 2003.

“Me sentí bastante bien en mi primer turno aquí.  Pensé que iba a tener esa presión pero cuando estaba en el juego no me sentí presionado ya que convertí un sueño en realidad. Estoy disfrutando cada momento”, indicó Leody, quien batea para promedio de .219, dos dobles, tres remolcadas y cuatro transferencias.

Leody, quien proviene de una familia con tradición beisbolística, creció al frente del play Tenares, donde aprendió a pulirse de la mano de su primo, y a desarrollar su instinto en las bases.

“Crecí viendo la figura de mi primo Willy. Es una de las piezas más importantes de mi carrera hoy en día. Cuando iba subiendo me habló todo del beisbol, lo que pasó y lo que yo iba a pasar. Hoy en día me siento tan preparado gracias a Dios y a él”, sostuvo Taveras, quien firmó pro 2.1 millones de dólares con Texas.

“A los 12 años me desempeñaba en el campo corto. Me mandaron a ayudar a un compañero en los jardines, le fui cogiendo el gusto, y a lo último cometía errores en el campo corto para que me enviaran al jardín central y ahí terminé”, explicó sonriente Taveras, quien finalizó en Clase A Avanzada, la pasada campaña con promedio de .246, 16 dobles, cinco cuadrangulares y 46 impulsadas en 132 partidos.

Al igual que su primo, Taveras tiene su mente fijada en Grandes Ligas. Su paso por esta liga se ha convertido en su escenario idóneo para pulir las habilidades ofensivas y terminar de catapultar la velocidad innata que posee.

“Mi meta es dar el salto a las Mayores, el próximo año. Voy a trabajar en esta temporada muerta bien fuerte. Además, de que quiero trabajar en el corrido de las bases, mi objetivo para la próxima temporada terminar con 30 o 35 partidos”, enfatizó Taveras, quien quiere convertirse en un gran robador de bases como su primo Willy, quien se estafó 68 en la campaña de 2008 con Colorado.