Los Dodgers se la juegan a lo grande con Kershaw

Los Ángeles Dodgers han acabado la temporada con el presupuesto más alto en 2016 y es un honor que llevan monopolizando desde que el grupo capitaneado por Magic Johnson, cara visible del grupo Guggenheim. Los 267 millones de dólares generan expectativas y presiones que son obvias para un equipo que lleva pifiando en cada paso por la postemporada desde que el home run de Kirk Gibson sentase el tono de las Series Mundiales de 1988 frente a los Oakland Athletics de Mark McGwire, José Canseco o Dennis Eckersley, que fue quien concedió ese hit de un Gibson cojo que recorría las bases con un ‘fist pump’ de los que hacen época, porque la ocasión lo merecía.

A la heroica van a tener que recurrir los Dodgers para sobrevivir en apenas unas horas cuando recurran a los servicios del mejor pitcher del planeta llamado Clayton Kershaw, que ya actuó en el primer partido el pasado 8 de octubre y que volverá a hacerlo en el cuarto con la idea de mantener a flote la nave de los Dodgers que se encuentra a punto de zozobrar, perdiendo 2-1 en la eliminatoria.

Para entender esta arriesgada maniobra hay que explicar que si las rotaciones de los jugadores de las Grandes Ligas están compuestas por cinco jugadores en la actualidad es por algo. El brazo de un pitcher titular no está ‘diseñado’ para realizar más de 100 lanzamientos a máximo esfuerzo y se precisa de un período de descanso para que incluso el brazo de alguien entrenado para ello, pueda llegar a recuperarse para su siguiente turno, que es cinco días después.

Por ese motivo la apuesta de Dave Roberts es arriesgada, pero no temeraria, y está relacionado con la urgencia por ganar más el hecho de contar con el brazo del también zurdo Julio Urías, que estaba previsto que lanzaría esta noche. El mexicano ha sido relegado al bullpen por la presencia del mejor pitcher del mundo, pero la idea es que un Kershaw que no está al 100% es superior y puede lanzar más profundamente que Urías, que no está templado en esta época del año.

De hecho, hubiera sido su primer partido en playoffs.

Mucho se ha hablado sobre las dificultades de Kershaw en playoffs, con una marca de 3-6, 4.65 ERA en 14 encuentros (11 como titular), aunque curiosamente se impuso en un complicado primer choque contra Scherzer en el inicio de esta eliminatoria así que se acababa por el momento ese discurso.

El riesgo es inmenso para Roberts, pero comprensible en su situación. Vas perdiendo 2-1 y necesitas salvar la eliminatoria como puedas. Sin embargo, Kershaw no jugó desde el 26 de junio hasta su reaparición el 9 de septiembre por una lesión en la espalda que cerca estuvo de tenerle en el dique seco para lo que quedaba de temporada.

Por ese motivo, es tremendamente peligroso forzar esa máquina. Es verdad que si no sacas a tu as, alguien que ha terminado el año con un récord de 12-4, 1.69, para ganar el cuarto y lo reservas para el quinto, a lo mejor no juegas este último.

A todo esto, Kershaw lanzará por cuarta vez en playoffs con sólo tres días de descanso. Su equipo tiene un récord de 2-1, con cuatro carreras concedidas en 19 entradas y 23 strikeouts. Incluido está el triunfo en el cuarto encuentro de Series de División del año pasado frente a los Mets donde permitió una carrera en siete entradas,

Momentos desesperados exigen maniobras desesperadas y es lo que ocurre con Kershaw y los Dodgers para el encuentro de esta noche. Es una apuesta arriesgada, pero una que se puede entender porque como dice Dusty Baker, técnico de los Nationals, “¿Cuántos Cy Youngs ha ganado? ¿Cómo no puedes apostar por él?”.

La campaña de los angelinos siempre iba a depender de Clayton Kershaw y esto no va a ser más cierto que esta misma noche.

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