Michael de la Cruz: “Trabaja por tu sueño, no te rindas; dalo todo”

Sin dudas que cada pelotero es un héroe. No sólo por lo que hace en el terreno, sino por las adversidades que se ve obligado a superar. Y la de Michael de la Cruz Pichardo, el receptor de los Tigres del Licey, es para considerarla, cuando menos, de una atractiva miniserie. Ayer tuvo día libre, tiene su promedio en .400, tercero en el round robin; segundo en porcentaje de embasarse (.529) y segundo en boletos recibidos (7). Firmó lo que muchos llaman tarde. Su posición original no es la que ahora juega con el conjunto capitalino y su valor de firma resulta risible, pero lo más importante es que luchó por su sueño y nunca se rindió.

—¿Quién es Michael de la Cruz?

Michael de la Cruz viene de Tamboril. Firmé con Toronto en el 2012. Duré los siete años con ellos, fui agente libre, ahora estoy con Arizona, gracias a Dios. Un muchacho tranquilo, trabajador, disciplinado, con mucha fe y que le gusta la perfección.

—¿Siempre has estado como receptor?

Yo firmé en la DPL (Dominican Prospect League). Fui como shortstop. Lamentablemente, porque nadie quiere que nadie salga lastimado, en ese momento se lesiona el cátcher, pero se lesionó él para bien mío. ¿Me dijeron tú sabes ‘quechar’? Les dije que sí. Pero yo lo que había ‘quechado’ era en liguita, nada que ver profesional. No en serio. De hobby. Yo les dije, ‘sí vamos’. Gracias a Dios saqué uno en segunda, uno en primera, par de batazos –aquí, como entrevistador llega un gesto de asombro de mi parte- y así mismo como usted se sorprendió yo me sorprendí también. Como dos innings después me dijeron, ya ven, no vas a jugar más. –Y les dije- ¿Pero por qué?, yo estoy bien. Me sacaron y me dijeron: Toronto te firmó. Yo me quedé en ‘shock’. Yo esperaba la firma, pero no en ese momento ni de esa forma.

—¿Y quizá tampoco como receptor?

Exacto. Yo fui como shortstop. Fui con un plan que fue jugar mi shortstop.

—¿Te iba bien en el short?

Sí. Gracias a Dios sí. Lo que me decían es que no corría mucho. Iba mejorando, pero me decían que estaba muy lento y que para ser shortstop no corría muchísimo.

—¿Cuando Toronto te firmó, qué te da de bono?

Me dio 10 mil dólares. Firmé con 19 años.

—¿Entiendes que es un mensaje de fe? Mucha gente si no la firmaron a los 16 ó 17 toman sus guantes, bates y spikes y para la casa

Como dije, gracias a Dios que me da la fuerza, día a día para luchar por él y nunca rendirme.

—¿Por qué no te detuviste a los 16?

Era mi sueño. Es mi sueño todavía, sigue siendo mi sueño, es lo que amo, es lo que sé hacer y gracias a Dios que me da la fuerza y a mi familia que es la que siempre ha estado ahí conmigo.

—Para tu bien, Yermín Mercedes dice que no va más. ¿Qué dices?

Pasó el inconveniente con Yermín. Todo obra para bien y quizá para él en ese momento no fue lo mejor. Pasó lo que pasó. Cosas del destino y gracias a Dios me dieron la oportunidad y aquí estamos.

—Es temprano aún, pero ¿para la temporada 2020-2021, habrá que sentarse a hablar contigo?

(Se sonríe) Seguir trabajando. Me gusta trabajar, me gusta perfeccionar mi defensa, mi bateo y eso es lo que sé hacer.

—¿Tú no has tenido un partido en Grandes Ligas?

No.

—¿Lo más lejos que has jugado es?

Triple A. Duré dos años con Toronto.

—¿Tu meta, entonces, para Grandes Ligas?

Llegar saludable a los campos de entrenamientos y hacer lo que yo sé hacer y esperar si este año con el favor de Dios subo a Grandes Ligas.

—¿Estás invitado a entrenamientos de Grandes Ligas?

Este año no. Solo a los campos de entrenamientos temprano.

—¿Pero se puede abrir la puerta y que te inviten ahí mismo?

Hasta donde tengo entendido ese es el punto, llegar al campo temprano, que ellos me observen, hagan la evaluación y depende de lo que ellos vean y cómo se sientan, me van a invitar a entrenamientos.

—¿Cuál es reflexión en torno a tu carrera, no firmas a los 16, te firman a los 19, no te detienes, era como short y te firman como receptor, y ahora todos preguntan quién es ese muchacho?

Lo que puedo decir es no rendirse. Trabajar con fe, con empeño, dedicación, mucha disciplina, no alejarte mucho de tu familia, respetarla y acercarte a Dios, cuando te acercas a Dios todo sale mejor. Y tener en cuenta que el plan de Dios es perfecto. Muchas veces no es como uno quiere, ni cuando uno quiere, pero Dios siempre le va a dar lo que uno le conviene.

—¿Alguien en particular que te dijo no te rindas?

Mi familia. Mi familia me dijo trabajar por tu sueño

—Tu familia, ¿te refieres a tus padres, cómo se llaman?

Héctor de la Cruz y Mayra Pichardo.

—¿Qué te dijeron?

Trabaja por tu sueño, no te rindas. Has lo que diga tu corazón, si te quieres rendir, dalo todo, si no se dio fue porque Dios no lo quiso, no porque tú no diste el todo.

 
Michael de la Cruz Receptor Licey