Solo el 5.6% de los dominicanos llegó a la boleta de Cooperstown

Alfonso Soriano fue un pelotero de 412 jonrones, siete visitas al Juego de Estrellas, cuatro Bates de Plata en una carrera de 14 temporadas con 2095 imparables, apenas uno de tres jugadores en la historia con una campaña de 40 cuadrangulares y 40 robos. Y único con 40-40-40, HR, BR y dobles.

Hace un año cuando su expediente llegó por primera vez a manos del jurado principal que escoge a los miembros del Salón de la Fama apenas seis de los 397 votantes sufragaron por él. Ese 1.5% sacó de futuras papeletas al fornido intermedista/jardinero de Yanquis, Rangers, Nacionales, Rangers y Cachorros, cuyas remotas opciones se limitan a uno de cuatro comités.

Rafael Furcal, José Valverde y Carlos Peña ni siquiera sacaron un voto en esa lista de 32 candidatos donde Derek Jeter logró el 99.7%.

Hasta 2014 terminaron carreras 17,154 peloteros en la Gran Carpa, según la enciclopedia Baseball Almanac. De ellos 241 alcanzaron la inmortalidad, el 1.4%.

Ayer lunes, el Salón de la Fama dio a conocer la lista de los 25 candidatos que tendrán los miembros autorizados de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA), 14 repitientes y 11 que debutan, entre ellos el ex antesalista Aramis Ramírez.

Los pronósticos no apuntan a que Ramírez alcance el 5% necesario para continuar siendo opción cuando se anuncien los resultados, el 26 de enero de 2021. Fue un bateador de .283, con 386 vuelacercas y 1,417 remolcadas que acumuló 32.4 victorias sobre jugador reemplazo con tres selecciones al All Star.

Los casos de Soriano, Furcal, actores importantes en el asalto dominicano a las Grandes Ligas de las últimas tres décadas, son muestras del listón que exige un nicho en Cooperstown.
¿Cómo se escogen?
El primer requisito que exige la BBWAA para considerar un candidato, cinco años después de haberse retirado o estar inactivo, es haber aparecido en 10 años en la Gran Carpa (un día cuenta como un año). No haber cumplido una década de servicio, como se exige para calificar a la pensión completa.

Diez años no garantizan nominación. Una vez cumplido ese punto, al menos dos miembros del comité especial de seis escritores deben nominarlo. De ahí que peloteros dominicanos como Alfredo Griffin y José Vizcaíno (que aparecieron en 18 temporadas), Rafael Belliard (17), Ramón Santiago (13) o Luis Polonia (12) nunca llegaron a las papeletas.

De hecho, entre el debut de Osvaldo Virgil en 1956 y 2015 (último año que toma el Salón de la Fama como corte para nominar) terminaron carreras 529 peloteros dominicanos. De ellos, 100 aparecieron en al menos las 10 campañas, de acuerdo con Baseball-Reference.

Sin embargo, de los 529 solo 30 acumularon carreras que superó el primer cedazo del jurado. Fue apenas el 5.6% de los que jugaron en el trayecto mencionado y el 30% de los que reunían la primera condición.

De ellos, solo tres o el 10% convencieron de que su nombre merecía un espacio en el pequeño pueblo de Nueva York donde nació el béisbol.

Una puerta que abrieron Felipe y Mateo Rojas Alou en 1980 y que cosechó el primer gran fruto con Juan Marichal en 1983 (83.7%). Luego llegaron Pedro Martínez (2015 con el 91.1%) y Vladimir Guerrero (2018 con 92.9%). Martínez es el único que lo ha logrado en su primer intento.