Venezuela no está para jugar béisbol. No puede haber bola blanca en una situación tan negra

Venezuela no está para jugar béisbol. Venezuela está para otra cosa, para sobrevivir y rescatar su futuro, para definir qué tipo de país quiere en medio de una libertad atenazada y un pugilato político que va dejando un reguero de víctimas.

Venezuela no está para pensar en bolas y strikes, ni en outs ni cuadrangulares. La nación que tanta gloria ha dado al más bello de los deportes pelea por no poncharse en el terreno de la vida y la sociedad, por conectar un batazo de luz.

Venezuela no merece una Serie del Caribe, y cuando digo Venezuela digo el gobierno que se aferra al poder en el Palacio Presidencial, ese que dispara para dispersar a su propia población que reclama y exige. Esos no se merecen, nunca merecieron un premio de tal magnitud.

Bastante demorada va ya la Confederación de Béisbol del Caribe en hacer pública una decisión que debió tomarse hace rato. El mundo se decanta entre apoyar a un gobierno u otro –el de la gente en la calle- dentro de la nación de Bolívar, pero las autoridades de la pelota invernal habrían de tenerlo claro hace rato: no hay bola que ruede en Barquisimeto.

De acuerdo con ESPNDeportes, ya se estaría buscando una sede alternativa, pero no hay nada en firme hasta el momento por la manera en que se han precipitado los hechos. Se habla de Colombia, Panamá, Puerto Rico, de la República Dominicana y que todo el mundo se pague lo suyo.

Alguna vez se coqueteó con la idea de traer la Serie del Caribe a Miami –en el pasado hubo experimentos fallidos- y sería algo especial. Esta ciudad contiene numerosos aficionados de los equipos en liza y el Clásico Mundial demostró en qué se puede convertir el Marlins Park cuando se juega con pasión y los clubes son atractivos.

Aquí, estoy seguro, se activaría un dispositivo para apoyar el evento. Recursos sobran, tiempo existe. Desgraciadamente, la otra opción posible era México, pero las autoridades de la pelota azteca negaron que puedan acoger la Serie para esta ocasión.

Y es una lástima porque México cuenta con las mejores instalaciones –estadios de primer nivel, de calidad de Grandes Ligas- y una fanaticada espectacular. No hay Serie del Caribe mala en la zona de la Liga del Pacífico.